Happy birthday…

Mr. President es lo que le cantaba la diosa rubia a JFK levantando admiración por parte de unos y ampollas en otros. La cuestión es que aquellas imágenes quedaron grabadas para la posteridad por lo que se vio y, sobre todo, por lo que se sabía, pero no se veía, al menos a simple vista. Han pasado unos cuantos años desde entonces y, ni la Princesa Leonor es John Fitzgerald Kennedy, ni quien entona el cumpleaños feliz es Marilyn Monroe. Lo que sí que está claro es que las imágenes de la celebración de la mayoría de edad de la Princesa de Asturias van a ocupar portadas durante mucho tiempo y que detrás de todo ello hay una maquinaria que se mueve sabiendo que existe otra que trata de pararla, estropearla o incluso hacerla desaparecer.

En una época como la actual, en la que todo el mundo tiene tantos derechos que deja sin derechos al que tiene al lado, es la Casa Real la que trata de sobrevivir a unos años en los que ha recibido palos por todas partes. Unos tiempos en los que sentirse monárquico está mal visto y, como todo lo que está mal visto por una parte de la sociedad, los de siempre, es considerado de fachas. Lo que diferencia a la Realeza a esos otros que pretenden eliminarla es que los primeros representan a todos los españoles, mientras que los segundos solo representan a los suyos y pretenden que todo el mundo tenga que claudicar con sus ideas.

Independientemente de cómo se produjo y de la situación que atraviesa en la actualidad, el Rey Emérito, la abdicación le sentó bien a la Corona. Felipe VI supo asumir en qué situación, delicada, se encontraba y haciendo muchas veces encaje de bolillos, ha conseguido que, si bien los partidarios de una república sigan prefiriendo una España sin Monarquía, al menos no les tengan constantemente en el punto de mira; es más, aquellos que ni para un lado ni para el otro, valoran positivamente la labor del Rey. Y es que las funciones del Jefe del Estado están claramente tipificadas en la Constitución, pero viendo el desaguisado político que “gobierna” el país, la imagen del Rey genera esa sensación de que, si no fuera por él, esto se vendría abajo de la noche a la mañana. Tener que reunirte una y otra vez con quien sabes que no te quiere, solo se puede soportar con profesionalidad, que es lo que está demostrando el Monarca, al contrario de los que se creen más progresistas que el resto.

En un país como España, en el que continuamente a uno se le exige que se posicione y que en base a esa posición se le juzgue y se le lapide, el debate de partidarios de la Monarquía y de los antimonárquicos no iba a ser una excepción. Los que forman parte de cada bando está claro y ellos mismos también lo tienen claro. Pero volviendo al párrafo de más arriba, existe un número cada vez mayor de españoles que, si bien no comulgan plenamente con el ideario de un rey puesto en su trono por su heredada genética, aceptan el papel que se le otorgó hace más de cuarenta años y valoran positivamente cómo lo ejerce. Y eso, les escuece a los llamados progresistas que ven como esos valores tan rancios asociados a la Corona, tienen calado en la sociedad.

Desde la Casa Real saben que no pueden anclarse en el pasado, que su apoyo no puede basarse exclusivamente en la población de cierta edad. Si Felipe VI ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, será Leonor la que lleve la Corona a ese sector joven que deberá de sustentarla el día que ella misma sustente la corona sobre su cabeza. Pero cierto es que esa izquierda rancia también lo sabe y los ataques ya han comenzado; todo aquel o aquello que la rodee será víctima del azote antiEspaña que, desgraciadamente, tanto peso tiene hoy en la política nacional. De momento, no será un happy birthday lo que reciba, pero sí una merecida felicitación de parte de una servidora: Feliz cumpleaños Su Alteza Real.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*