Si la semana pasada nos habíamos quedado sin palabras, esta semana nos ha dejado completamente alucinados. Las hogueras no tuvieron desperdicio y la de confrontación entre Melissa y Tom sentenció muy claro que por algo el programa se llama “La isla de las tentaciones”. Cuernos por todas partes, faltas de respeto y muy pocos valores. A todo esto, añadiendo mares de lágrimas y berrinches, aunque no siempre sinceros.
Empecemos por los vetos en las citas. Era previsible que Óscar sería el primero, ya que a Pablo no le gusta nada el acercamiento y tonteo que se trae con su novia Maika. Lo sorprendente fue el de Lía, pues Alessandro ha sido el último en unirse a esta prueba de amor y a quién su novia Patry le chafa el plan de cita y todo a causa de unos celos sin sentido ya que el pobre hombre, hasta el momento, se está comportando como todo un caballero.
Otro de los momentos sin desperdicio; fue el momento intercambio de cartas, en el que Pablo dejó claro que no quiere saber nada de Mayka, aunque, eso es en el momento caliente… tendremos que esperar al próximo domingo para ver el desenlace, aunque viendo cuando él a modo de venganza tira a “Rosito” a la hoguera, en un avance del próximo programa. Se espera una final llena de reproches y más lágrimas.
La confusión que ha provocado el intercambio de cartas acompañada de imágenes, es total, normal que los habitantes de ambas villas lleguen a sus respectivas hogueras temblando y eso que no tienen idea de lo que les espera. Personalmente como espectadora, los grandes protagonistas han sido en primer lugar Melissa y Tom, aunque por otro lado, Marta y Lester también tuvieron lo suyo, pero, empecemos relatando sobre esta última.
Esta chica, Marta, ha demostrado la vulgaridad y la poca educación que le caracterizan, mostrando su lado “suelto” con Dani, el chico con el que finalmente se acaba acostando pero al mismo tiempo, nos muestra el lado caprichoso que tiene en el mismo momento en el que ve las imágenes de Lester, pagándole con la misma moneda la infidelidad. Marta nada más ver ese instante, entra en un brote absurdo e incomprensible cuando la primera en poner los cuernos fue ella, una niñata que no sabe valorar a quién tiene a su lado durante 11 años de relación.
Lo fuerte viene con Melissa, que después de saltarse las normas aparece en Villa Montaña con el fin de llamarle a Tom de todo y bajo mi punto de vista con toda la razón del mundo, además pienso que se ha quedado corta. En cambio, este caradura de Tom nos muestra su lado frío y con muy poca vergüenza, su lado egoísta y su mente calenturienta cuando está al lado de una mujer.
Entiendo que las tentadoras y los tentadores tienen su misión, y quienes tienen que tener respecto a sus parejas son ellos y ellas, pero esta edición está siendo de lo más caliente en general. La hoguera de confrontación volvió a demostrar lo débil que es Melissa y lo enamorada que estaba de Tom, abandonando el programa sola, aunque tendremos que esperar al domingo para ver el final de un culebrón basado en infidelidades, en la vulgaridad y en el desconocimiento de lo que es el amor verdadero.
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