¡Es la matemática, estúpido!

En reseñas pasadas, hemos abordado el tema de las más que polémicas elecciones Presidenciales Norteamericanas, aludiendo a cuestiones tales como la pista de Dominion Voting Systems, las denuncias de irregularidades, etc. Hoy enfocaremos el asunto desde una óptica distinta, la evidencia matemática.

Resulta verdaderamente bochornoso ver el tratamiento que se está dando a la denuncia de fraude electoral por parte de los medios de comunicación, a excepción del presente, dos o tres más a nivel nacional y a lo sumo docena y media en todo el mundo. Más hiriente si cabe es efectuar la comparación con todo el circo mediático que se montó con la supuesta trama rusa, con el objetivo de desestabilizar a Trump y que duró años hasta que fue exonerado.

Basta como ejemplo ver cómo de casi dos horas de comparecencia pública del equipo legal del presidente el pasado Jueves, el resumen fue el tinte que corrió junto con el sudor por la cara de Giuliani. “¿Dónde están las pruebas?” cacarean los (supuestos) profesionales de la información, al tiempo que Giuliani muestra un generoso taco de folios compuesto por decenas y decenas de affidavit, declaraciones juradas de testigos que en EEUU tienen el peso de prueba ante un tribunal y que constituyen delito de perjurio en caso de ser meras invenciones.

Aún así, si quieren más pruebas pueden acudir a un simpático directorio de crowdsourcing llamado Hereistheevidence.com, hecho por periodistas y para periodistas, en donde se recogen fuentes de todas las acusaciones que hay sobre la mesa, ordenándolas además según el grado de veracidad que suscita dichas pruebas.

Pero como dijimos al comienzo, nuestra intención aquí será abordar el turbio asunto del recuento electoral desde el lado de la matemática y la estadística, para lo cual vamos a contar con un invitado especial que es el Dr. Shiva Ayyadurai.

El Dr Shiva es natural de Bombay, candidato independiente al Senado por Massachusetts, cuenta con cuatro carreras a través del MIT, empresario de éxito e inventor del Correo Electrónico entre otras bondades que podemos comprobar en su CV. Una de las máximas que ha querido mantener el Dr. Shiva ha sido luchar por unas elecciones limpias y en vista de la situación se propuso indagar en los números que arrojan los registros de voto.

Veamos por ejemplo Pennsylvania, la web oficial del gobierno Estatal para el proceso electoral registró 1,407 millones de votos para Biden y 2,7 millones de votos para Trump hasta la entrada del supuesto voto por correo. Sorprendentemente, con más de 2,5 millones de votos por correo contabilizados, resulta que Trump se llevó sólo una quinta parte y el resto fue para Biden.

Este hecho levantó las sospechas haciendo un simple repaso de la proporción Voto Directo/Voto por Correo vieron que (a excepción de Filadelfia, donde hay amplia mayoría demócrata) en todos los condados Trump obtenía de media un – 40% con respecto al resultado directo. Una anormalidad estadística si se compara con otros estados, donde el rango es mucho más amplio y la media es más reducida.

Pero si realmente se quiere rizar el rizo basta con ver las entradas de votos que se contabilizaron en Pennsylvania a partir del 90% del voto escrutado, cuando milagrosamente con independencia del total de votos revisados resulta que el 50,051% iban para Biden y el 49,949% para Trump de manera sistemática. Lote tras lote, voto tras voto, y a partir del 92,6% de escrutinio la proporción pasó a ser del 50,101% para Biden y 49,899% para Trump. Al parecer era necesaria aumentar la diferencia entre los candidatos.

El mismo patrón se encontraría en el Estado de Virginia, donde aquí se buscó hilar con mucho más margen y lo que se hizo fue adjudicar a Biden diferentes lotes consecutivos con el 55% mientras que Trump quedaría reiteradamente en el 45%. Evidentemente hablamos de otro planteamiento estadísticamente imposible.

El Dr. Shiva denunció fraudes en otros lugares como Michigan o Wisconsin, hablando siempre de un proceso demasiado preciso y automatizado como para que simplemente se deba a empleados públicos de dudosa honradez empecinados en estropearle la reelección al presidente. Invitamos  a quienes tengan tiempo, conocimientos de inglés e interés matemático a que echen un vistazo a los videos explicativos del hindú, sus evidencias siempre empíricas no dejan indiferente a nadie.

Quedan pues muchas preguntas por esclarecer. Por ejemplo, ¿cómo es posible que Biden, pese al escaso seguimiento popular que ha tenido en las primarias y generales, haya obtenido casi 10 millones de votos más que el mesiánico Obama? ¿Cómo es posible que pese al supuesto aluvión de votos los demócratas han perdido de momento 8 asientos (podrían ser más) en el congreso en favor de los republicanos y no han sido capaces de conquistar el Senado?

Esperemos que el trabajo del Dr. Shiva y su equipo, nos ayuden con estas incógnitas. Lo más curioso es que pese a todo, desde este lado del charco, seguimos afirmando tajantes que no hay nada que investigar y que por supuesto no ha existido fraude alguno. Fíjense que según el último reporte de Rasmussen el 30% de los votantes demócratas ven probable o muy probable  que dicho fraude haya existido. ¡Qué sabrán estos americanos!

Emilio J. Pérez