Los medios se han hecho eco de unas declaraciones realizadas por una serie de personas que antaño pertenecieron al mundo de las Fuerzas Armadas y que ya no lo son.
Esos mismos exmilitares hablaban de “fusilar a 26 millones de españoles” en un grupo de Whatsapp, de la misma manera que lo indicaría un aficionado al fútbol en caso de que un árbitro pitase un penalti en contra de su equipo, o de igual modo que lo expresaría un vecino al administrador de su bloque por no hacer bien su trabajo. Una efusividad y unas palabras sacadas de contexto y que han generado unos cuantos titulares, especialmente en medios de carácter progresista, cómo no.
Estos exintegrantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado han hecho comentarios como los haría cualquier persona en la intimidad y en un entorno de confianza. Quiero recalcar su condición de retirados, ya que, de ser integrantes en activo, mi tono sería otro al respecto.
A todo esto, la izquierda despotricadora ha querido meter a Vox y a Abascal en el ajo por el mero hecho de aparecer un audio de éste dentro de la conversación. Ya la cosa es cargar contra la formación verde por todo y sin prueba alguna. En situaciones como esta es cuando me acuerdo de las plataformas arbitrarias. Lo siguiente que harán todos estos ‘progres’ es culpabilizar a Vox de la aparición del Covid 19 en nuestro país, me lo veo venir…
Volviendo al tema de los exmilitares diré que, todo el mundo cuando está en un ambiente afable y entre gente afín, todos sin excepción, hemos dicho barbaridades en algún momento sobre diferentes personalidades. De familiares, amigos, examigos o hasta del mismísimo Presidente del Gobierno en más de una ocasión. Por ese motivo, me parece desproporcionado que se demonice a estos ‘jubiletas’ por hacer una serie de comentarios y mucho menos, que se cargue contra las Fuerzas de Seguridad del Estado, una de las instituciones más respetadas en nuestro país.
Estos señores lo que han hecho es ‘desfogarse’ por una serie de situaciones que se han dado a causa del Gobierno nefasto que tenemos y ellos, así lo han expresado en diversos comentarios en una plataforma privada. ¿Qué las formas no han sido las más apropiadas? Seguramente, pero ¿Quién es la persona que estando ‘con su gente’ no ha realizado algún tipo de expresión ‘incorrecta’ sobre algo o alguien? Que me presenten a ese alguien, si es que existe, porque salvo que sea un robot, no creo en la existencia de un Santo Job real o de un Premio Nobel de la Paz a la persona más calmada.
Y, hablando de conversaciones, me encantaría revisar los grupos de Whatsapp o Messenger de cada político, afiliado o simpatizante progre. De aquellos que se han dedicado a atacar a estos militares jubilados, por el mero hecho de hacer una serie de comentarios. Seguro estoy que más de uno de los targets que cito, tendrán dentro de sus conversaciones frases como las de estos señores o incluso peores. Parece ser que la progresía se ha olvidado de aquellas palabras que publicó el líder de Podemos sobre la periodista Mariló Montero en un grupo de Telegram. La memoria de esta izquierda es muy selectiva.
En definitiva, cargar contra unos jubiletas con motivo de unas conversaciones privadas me parece demencial. Lo privado debe de quedar en la intimidad y que cada uno diga lo que le plazca en ese ámbito mientras no se trate de una conspiración real. Y esto dista mucho de ser algo más que un desahogo.
Periodista bilbaíno a jornada completa, anteriormente locutor en Cadena SER Miranda y al mismo tiempo articulista en diversos medios digitales. Amante del gimnasio y la naturaleza a tiempo parcial.
“Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”
-Steve Jobs.
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