Si Judas vendió a Jesús por treinta monedas de plata, Pedro Sánchez nos ha vendido por trece monedas que son los votos de ERC. Ahora nos encontramos ante una situación que nos produce perplejidad; todo un presidente del Gobierno de España argumentando una “maniobra” que nos intenta vender como constitucional y solicita comprensión a la ciudadanía ante los indultos a los condenados por el Tribunal Superior de Justicia y que además ya se ha pronunciado desestimando la viabilidad de dichos indultos.
El propio Ministro de Justicia y todo el Gobierno Socialista en pleno los justifica como de “utilidad pública” y lo más sorprendente es que el Sr. Sánchez ya celebra públicamente el gesto distendido del preso Sr. Junqueras, que aceptaría los indultos a cambio de una más que futura mesa de diálogo y anuncia como negociación para un futuro referéndum de independencia.
Pues miren ustedes, lo que quiere y oculta Sánchez no es un indulto, sino más bien una amnistía general a todos los condenados y es ahí donde radica la verdadera crueldad de este caso. Además, ya intuimos, que, tras los indultos y el perdón, Sánchez lo que pretende es sobrevivir en el Gobierno, con el tiempo suficiente y vincular la duración de su mandato a la promesa de revisar nuestro modelo de Estado.
Sin hacer caso de las críticas argumentadas en el Parlamento por la oposición en pleno, ni de las internas del propio PSOE por parte de antiguos miembros destacados como Felipe González, Alfonso Guerra, Joaquín Leguina y barones socialistas, como de juristas y periodistas muy cualificados y de todas la orientaciones políticas, ha decidido seguir con esta sinrazón aunque lo más preocupante es que de pronto aparece en escena el Sr. Zapatero apoyando la decisión, causa ésta en la que parece se está gestando una repetición de aquel modelo que tanto persiguió este nefasto personaje.
Todo esto significa, como podemos esperar y además es obvio, echarse en brazos de ERC, cuya deslealtad constitucional ya ha sido demostrada y probada, tanto durante la 2ª República como en nuestra actual Constitución Democrática. Ya podrán imaginar Uds. lo que esto significa y el peligro que tiene. Pero Moncloa, en este momento lo ve necesario y además como “defensa” y “tabla de salvación” ante una derecha que se está agrupando y presenta ya sus “credenciales” con encuestas creíbles, que le dan una posible mayoría en el Congreso. Además, los resultados de Madrid junto a las “fugas de miembros de Ciudadanos, hacen peligrar la estabilidad de algunas comunidades, donde podrían adelantarse elecciones autonómicas como en Andalucía y Castilla y León.
Las recientes declaraciones del Sr. Sánchez, “endulzando” los indultos, con la concordia y el diálogo, apuntan a una revisión futura del modelo actual de Estado manteniendo una ambigüedad y ocultismo de intenciones. Los españoles tenemos que reaccionar pronto y con firmeza. El modelo de Estado que nos dio nuestra Constitución del 78 y que nos ha permitido conocer el mayor periodo de paz y prosperidad de la reciente historia de España, tiene que ser defendido y protegido, se lo debemos a nuestros padres y abuelos que lucharon por conseguir nuestro actual Estado del Bienestar.
Así que todos los españoles de bien, salgamos a las calles, a las redes sociales a nuestros “balcones” de opinión y gritemos muy alto, que queremos que España mantenga su actual modelo, que el Gobierno electo por sufragio nos proteja de falsas promesas y rupturas aventuradas. Nos gusta nuestra actual España. Viva España, Viva El Rey y Viva nuestra Constitución.
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