La violencia continúa desatada en la provincia de Alicante. Es horrible despertar día sí y otro también con los titulares que lo anuncian. La política de fronteras abiertas para todos los ilegales que tengan a bien entrar en nuestro país sin permisos ni documentación en regla, es un atentado directo contra el bienestar de los que hemos nacido aquí. Son los datos que recogemos en prensa más los que sabemos que se ocultan para que no trasciendan, los que nos llevan a pensar con total seguridad, que en esta comunidad tenemos una vicepresidenta, Mónica Oltra, tan nefasta como inútil a la hora de realizar su trabajo en políticas de Igualdad e Inclusión Social.
En estos días se ha detenido a un menor argelino que había entrado por la noche en el domicilio de una anciana de ochenta años. Ella fue agredida brutalmente con un bate de beisbol, le robó el móvil, joyas y documentación y, por si fuera poco, además, la agredió sexualmente. Un menor ilegal, agresivo, reincidente de varios delitos, que llega a España para aprovecharse de la vulnerabilidad de los más débiles. No es un caso único. En la localidad de Cocentaina, hay cuatro magrebíes okupando una vivienda en el centro de la localidad causando el pánico entre sus habitantes. Las disputas a machetazos son asiduas además de las peleas y robos constantes. Es otro caso más de los que conocemos a diario. ¿Por qué continúa Mónica Oltra sin dimitir? ¿En qué piensa convertir nuestras ciudades y pueblos valencianos? ¿Qué personas son las que a Mónica Oltra le importan? Porque está visto que no somos nosotros. Como tampoco lo fueron aquellos 175 menores abusados durante un año y bajo su cargo de consejera. 175 indefensos menores que se vieron ultrajados estando a cargo de una Administración que debía protegerlos. 175 veces que se activó el protocolo de abusos sexuales cuando ya eran hechos consumados.
Ha sido el síndico de quejas de la Comunidad Valenciana el que ha puesto las cifras sobre la mesa mientras Mónica se limita a señalar, como señala siempre, a la oposición como culpables de mover falacias y como mentirosos. En estos momentos tendrá que dar la cara una vez más, aunque me anticipo a asegurar que acabará haciendo lo que en ella es ya tan habitual, echar balones fuera y a correr como si el problema no fuera con ella ni con su consejería. A Mónica la señalaron los jueces por su forma de proceder ante el caso de la menor abusada por su exmarido. También el síndico de quejas valenciano con un espeluznante número de menores abusados. A Mónica, lo único que le queda por hacer ahora es dimitir si le queda algo de vergüenza. La intención de Mónica Oltra será la de continuar en su sillón a pesar de su detestable gestión, procurará darle la vuelta a esta situación para que parezca que es ella la que descubre el caso y actúa desde el Gobierno hacia la Fiscalía, maniobrará para que el temporal pase continuando ella tranquila en su lugar privilegiado. Y en este caso, el presidente Puig debe de actuar destituyéndola de manera fulminante por la dignidad de todos los menores.
En este horroroso caso de la Generalidad Valenciana, el equipo de Vox con su presidente a la cabeza, Ana Vega Campos, han exigido siempre la forma más justa de solucionar de una vez por todas, que la consejera Mónica Oltra siga destrozando vidas inocentes y vulnerables. Exigir su cese inmediato o su dimisión es la única salida posible que se contempla cada vez que se tiene ocasión porque en Vox sí importan esas voces que se tienen acalladas por intereses globalistas. En Vox importan los más vulnerables. Incluso todas las víctimas y nuestra lucha será por darles visibilidad y opciones de vida dignas por más que las escondan.
Be the first to comment