¿Serán las gafas?

Señoras y señores, hoy necesito su completa atención, a lo largo del artículo voy a intentar explicar un descubrimiento de reciente producción. Una teoría a la que he llegado tras un largo periodo devanándome el seso y que es ahora cuando se materializa, lo narro y os lo confieso. Tras analizar profundamente al espécimen, pude resolver a qué se deben los elogios que recibe. ¿Qué extraña aura le rodea? ¿Qué tiene su semblante que todo el mundo desea? Probablemente no sea la primera persona que se haya dado cuenta, pero quizá nadie antes le haya otorgado la notoriedad que ostenta. ¿Será su cara de besugo? ¿Su gesto de plátano maduro? ¿Su rostro de hormigón armado? ¿Sus pintas de pailán arreglado? Si miras de cerca no se aprecia, tienes que alejarte para desvelar la ciencia.

El destino hizo que Alberto gozase de mala vista, pero el mismo Dios para él tenía un arma lista. Unas perfectas lentes convexas de cristal graduado, que desde que salieron del estuche han sido su complemento soñado. ¡Así cualquiera! Con ellas ve a cámara lenta, en formato panorámico y con resolución 1080. Normal que no quiera oír hablar del láser o de la lente intraocular, sabe que, sin ellas, no podría mandar. Da igual que cambie de modelo o aumente de dioptrías, para él, como si son transparentes o con estrías.

Otros famosos, mucho antes que él, las han llevado, John Lennon o Gandhi no eran nada hasta que su secreto descifraron y ahora, pasado el tiempo, es Alberto el que porta el ansiado amuleto. Son tan potentes, que al mirarle muchos ven un paladín, un caballero, un hombre hecho de valores y no de dinero. Tengo que decir que mi descubrimiento fue casual, un día aprecié que esas lupas que calzaba, con el bozal no se empañaban. ¿Será que, con semejante nariz caída, tuvieron que hacerle la mascarilla a medida? Pues no. La gracia estaba en las gafas y no en la cara, que funcionan como un campo de fuerza, como un escudo, como el maquillaje en una fea y se torna difícil no ceder ante semejante superpoder.

El caso es que detrás de sus quevedos hay un hombre oscuro y siniestro. Un señor peligroso, un tramposo, un infiltrado, un topo. De esos que prometen y prometen hasta que te la meten. Bajo su mando, la comunidad gallega cae en picado, las plantas de Alcoa y As Pontes ya casi han cerrado. En su gestión no ha dado una a derechas, no le preocupa que le vean arrimarse a sus amiguetes de izquierdas. Idioma, nacionalismo y cierre de empresas, son sólo unos pocos de sus problemas. ¡Ya veréis cuando trate de arreglar los asuntos de la meseta! Recordemos que obligar a la vacunación era el gran plan de Feijóo y que si mañana fuese presidente imitaría a su admirado “Trudó”.

Entiendo que para un murciano o un bilbaíno todo esto que digo le suene a chino, del mismo modo que un gallego no sabe tampoco nada de lo que se cuece en Toledo. El San Benito de su buena gestión, es cosa de los medios de comunicación, que de tanto repetirlo, hasta el más listo se lo ha creído. Sabemos que, si fuese por él, Madrid colgaría el cartel de cerrado, los negocios estarían arruinados y el paro disparado. Sin cortarse un pelo, pactará con el PSOE y gracias a sus gafas nadie le tachará de antihéroe. ¿Es Feijóo en realidad un villano? ¿Un canalla? ¿Un bellaco? ¿Un socarrón? ¿Un mentecato? ¿Impondrá en Madrid también el gallego para sacarse una oposición? ¿Seguirá llamando a su terra “Nación”?

El otro día, muy bien preparado, dijo que él es europeísmo y claro, europeísmo del malo, de agenda 2030, de política de televenta, de burócratas de Bruselas, de cordones sanitarios a la derecha y puertas abiertas a los menas. Seguirá ese discurso repitiendo tonterías progres como un loro, hasta el día en que vea su nombre escrito en letras de oro. Lo cierto es que hasta llegar a la cima no ha parado. Lo ha dado todo. El tío por primera vez se ha esforzado. Casado y Egea confiaron en aquel al que llamaban barón y siguieron a rajatabla lo escrito en su guion. Ellos creyeron que tejían los hilos, mientras en la sombra el gallego urdía su destino. Alberto por fin lo ha logrado y en él se ha personificado el sueño español tan codiciado, que viniendo desde abajo, trepando y sin haber trabajado, acaban él y sus allegados con los bolsillos forrados.

¿Nadie más se pregunta qué hay detrás de esos anteojos? ¿Qué pasará si le miras directamente a los ojos? No quisiéramos descubrir que debajo de esas gafas tan grandes, se esconde un semblante desafiante, una cara desconocida, enfadada y altiva. O quizá haya unos ojos torcidos, un ceño fruncido o quien sabe, igual un mojino escocido. Quieren ocultar que se lleva mal con Cayetana y Ayuso, que lo que pasó hace unos meses ahora está difuso, que a las dos ha ninguneado y ahora hacen como si nada hubiera pasado. Se esfuerza mucho y quiere ocultar que en el fondo es socialista, que votó a un socialista y que su mujer es también socialista y quiere que pensemos que más que de izquierdas o derechas, está centrado, que su carácter es templado, que el Partido Popular con él al frente está arreglado, las rencillas quedarán de lado y todo lo que han robado estará olvidado.

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6 Comments

  1. Tengo la impresión que la buena imagen de Feijoo se basa en la exquisita educación en el discurso y su ausencia de insultos explícitos. Cualidades ausentes en los líderes, nacionales y regionales, q están a di izquierda.

    • La buena educación es imprescindible y un requisito indispensable en un político, pero en estos tiempos es más importante que no nos engañen, no nos traicionen y cumplan su palabra. Gracias por tu comentario, Ramón.

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