Querido lector, muy recientemente y de manera totalmente casual me he topado con una noticia sobre las últimas aprobaciones realizadas por la Unión Europea en materia de familias. Resulta que el Parlamento Europeo aprueba una definición de la paternidad en la que tienen cabida los “padres múltiples” y la gestación subrogada, algo que me dejó completamente asombrada.
El pasado 13 de diciembre, los moralistas parlamentarios europeos han dejado claro que la familia convencional no es de su agrado, estableciendo entre otras cosas que los hijos no han de guardar una relación biológica con sus padres. Este nuevo reglamento permite que la paternidad establecida en un Estado miembro sea reconocida incluso en el resto de Estado, incluso en situaciones como la maternidad subrogada. Este nuevo carnet de padre europeo, permite el reconocimiento por parte de un Estado de un niño y sus padres, y no el reconocimiento mediante descendencia biológica. Cualquiera puede inscribir a un niño como suyo, ahora tienes un sello y un carnet que te reviste de protección jurídica.
Todo esto, de primeras, apunta a sonar estupendo y muy bonito. Esto hace indicar que vamos hacia la prosperidad y hacia un ‘país multicolor’, lo más parecido al de la Abeja Maya.
Bajo mi punto de vista, esta aprobación lo que engloba no es nada más y nada menos que comenzar la travesía de la aprobación y aceptación social de lo que vulgarmente se conoce como ‘vientres de alquiler’. Esto es una nueva idea de negocio, un nicho de mercado para algunos buitres sin escrúpulos que, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad y precariedad de algunas mujeres, les ofertan prestarse a gestar el hijo que, tras ella dar a luz, se quedará una pareja que bien no puede embarazarse o, por el contrario, no tiene interés en tenerlo desde el método tradicional. Todo ello, obviamente llevado a cabo mediante transacción económica o, lo que es lo mismo, tú gestas a mi hijo y yo a cambio te entrego una cantidad determinada de dinero. Los 9 meses de embarazo ahorrados por una pareja previo pago.
Me indigna la hipocresía de la sociedad, hemos pasado de prohibir las Pet Shop de animales porque consideramos que es una crueldad que se mercantilice con ellos y, sin embargo, poco a poco vemos cómo conseguir un hijo previo pago acaba convirtiéndose en realidad. La vida, ni se compra ni se vende. Esto es un hecho indiscutible desde todos los puntos de vista; moral, católico… Resulta curioso como, en países vecinos como Portugal, esta práctica solo se puede llevar a cabo si se hace de manera altruista, sin ninguna cantidad pecuniaria. Los datos hablan por sí solos, el número de personas que recurren a ella en ese país es minoritario. Sin embargo, en Ucrania, la “gran granja de bebés europeos”, luego resulta que es una práctica demasiado solicitada.
Es por ello que, quiero lanzarte las siguientes preguntas: ¿Qué sucedería con esa criatura que se está gestando si una vez se acaba dando a luz los padres ya no la quieren? ¿Acaso el acto de un embarazo por encargo puede tener la consideración de ser catalogado como un objeto por encargo? Querido lector, que no te intenten confundir de cara al futuro, porque dentro de no mucho lo verás tanto en medios de comunicación como informativos blanqueando esta acción, también en programas de debates a diferentes expertos argumentando a favor de estas prácticas. Tan solo te pido tras leer estas líneas que reflexiones sobre todo lo que te he dicho, también sobre las preguntas que dejo marcadas en este párrafo.
Sin contar con opciones aún más aterradoras. Un beso