Cuando a principios de temporada el CTA dijo en rueda de prensa que no se iban a pitar ‘penaltitos’, poca gente pensaba que uno de ellos iba a levantar ampollas hasta el punto de provocar un expediente sancionador a Carlo Ancelotti. Vamos a intentar aclarar todo: la jugada, las declaraciones de Carletto y el problema de fondo con las jugadas de interpretación.
Empecemos por la jugada del penalti. Es una acción rápida en la que Marco Asensio toca el balón con la mano tras un rebote en el pecho. A priori, parece involuntaria y no sancionable, pero con el reglamento y las directrices en la mano la decisión final de Melero López es acertada. El motivo es la posición de la mano. Es una posición no natural que gana un espacio adicional al del cuerpo y que favorece el involuntario rebote. Es penalti. Absurdo pero penalti.
El único error en esa acción es la intervención del VAR. La principal condición para la intervención del asistente de vídeo es que exista un error claro y manifiesto, y en este caso nos encontramos con una jugada de interpretación. Es muy difícil que una acción de mano con rebote en el cuerpo se considere error CLARO Y MANIFIESTO. Melero López corrigió tras el monitor y acertó, pero debe llevarse a rajatabla el protocolo VAR.
Luego están los comentarios de Carlo Ancelotti. No es normal que un técnico como Carletto, que es correcto y diplomático como el que más, reciba un expediente sancionador por parte del comité de Competición, y más cuando aclaró que se refiere a expresiones de su país natal. A lo largo de la temporada hay situaciones más graves en las que se añora esa rigidez.
Y luego está la parte comprensiva. A ver si lo entendemos ya para que la polémica que haya sea la justa y lógica. Los árbitros son personas, y los árbitros de VAR también. Aciertan y fallan, y no siempre tienen las herramientas a su favor. El día que lo entendamos, el fútbol ganará.
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