Los vaticinios de unos y otros fallaron, el mío incluido. Las encuestas, desde el CIS hasta GAD3 también lo hicieron. Trenes que iban de Valencia a Madrid, que seguramente no votasen socialismo, no pudieron llegar a tiempo de votar. Hasta esta madrugada, no volvió este transporte a la normalidad. Las estrategias tanto del Partido Popular como de Vox salieron mal y, por culpa de unos y otros, lo pagaremos la mitad de los españoles a la vez que la otra mitad lo celebra con champagne.
Es verdad que Alberto Núñez Feijóo ha ganado las elecciones generales con 136 representantes, pero seamos realistas: en colectivo, lo hizo Sánchez. El famoso voto útil que pidieron los populares y sus respectivos altavoces mediáticos, por miedo a que ganase el Gobierno Frankenstein, fue clave para esta victoria con sabor a derrota. Afirmar otra cosa diferente, con sinceridad lo digo, es hacerse trampas al solitario.
El efecto mariposa comenzó cuando el Partido Popular y sus respectivos voceros se dedicaron a no respetar a su formación aliada. Que Feijóo vendiera la moto a los suyos de que estarían cerca de la mayoría absoluta, otra falacia que tan solo sus fanáticos se creerían. A esto hay que sumarle el error de Vox de mantener en listas por Madrid al médico que increpaba a todo aquel que no se quiso “vacunar” y el no mantener por Extremadura al sabio, liberal y carismático Víctor Sánchez del Real. La derecha no estuvo a la altura. Ambos máximos dirigentes miraron exclusivamente a su ombligo y las consecuencias las sufriremos, como bien digo, la mitad de los españoles.
La suma de los errores de unos y otros trajo consigo que la izquierda se forjara una alianza indestructible. El trabajo de darse la mano en los debates el PSOE y Sumar, acompañado de que el Gobierno socialcomunista se dedicó a “comprar” a diferentes targets, benefició a la izquierda. Seamos realistas: el cine a dos euros para los abuelos, las matrículas y el transporte gratis para jóvenes y universitarios y la otorgación de nacionalidades con facilidad en casos puntuales, además de beneficiar a otros tantos colectivos… todo ayudó a ello. Los socialcomunistas jugaron bien sus cartas aliándose en todo momento mientras que la derecha se ha estado sacando los ojos constantemente.
Que Vox manifieste encarecidamente que los medios han ayudado a que el resultado que se ha dado sea el que es, para nada faltan a la verdad. Pero la autocrítica en la formación de Abascal se debe dar. Una formación ‘no grande’ no puede permitirse los errores que he citado anteriormente. Si eso lo hace el Partido Popular, ya vendrán sus respectivos altavoces a enmendar el error. Sin embargo, en el caso de Vox, al no contar con medios afines de gran relevancia, pocos errores pueden ser cruciales y que acaben costando una cantidad considerable de votos. La autocrítica en ellos no debe faltar.
Llegando a este punto la pregunta que me hago es, ¿el Partido Popular puede gobernar por ser la primera fuerza política? Mi respuesta es un no rotundo. Lamentablemente, el Gobierno Frankenstein se instaurará y, en el mejor de los casos, volveremos de nuevo a unas elecciones. No contemplo que Junts o PNV voten con Vox en la investidura a la presidencia del Gobierno por Alberto Núñez Feijóo. De hacerlo, se harían el harakiri y su electorado pasaría a convertirse de ERC o la Cup en el caso de los catalanes y de Bildu en el de los vascos. De esto estoy seguro. Además, recordemos que los independentistas jamás beneficiarán a España, sino todo lo contrario.
En definitiva, el Partido Popular ha logrado ser, apelando al voto útil, la primera fuerza política en España con 136 representantes, pero su movilización tan solo ha servido para que Vox pase de 52 a 33. Por no pensar en colectivo, todos perdemos. El Partido Popular no podrá mandar. La formación de Abascal no podrá presentar recursos que solo se permiten a formaciones que pasan de los 50 representantes y Sánchez, gracias a sus secuaces, consiguió que su ‘Frankenstein’ tenga posibilidades de Gobernar un país el cual se encuentra en la UCI y herido de muerte.
Periodista bilbaíno a jornada completa, anteriormente locutor en Cadena SER Miranda y al mismo tiempo articulista en diversos medios digitales. Amante del gimnasio y la naturaleza a tiempo parcial.
“Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”
-Steve Jobs.
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