La situación que está viviendo España en estos momentos se muestra caótica. Seguimos gobernados por un presidente del Gobierno en funciones llamado Pedro Sánchez que nos está mostrando una visión poco alentadora y con un futuro incierto para todos los españoles. El esperpéntico show de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, se ha convertido en portada de todos los medios de comunicación. Su encuentro celebrado en Bruselas con el expresidente catalán Carles Puigdemont, ha dejado patente que la integridad y la falta de decencia brillan en ella por su ausencia.
La líder de Sumar ya tenía pactada esta visita con el prófugo de la Justicia desde agosto a través de una llamada telefónica que se pactó a través del exdiputado del Congreso, Jaume Asens. En una entrevista realizada a cadena Ser, Asens declaró “Creíamos que la ciudadanía se merecía respeto y saber lo que estaba sucediendo”. No sabemos dónde se encuentra el respeto hacia los ciudadanos realizando un cónclave con un fugitivo. Recordemos que la Fiscalía española, a través del juez Pablo Llarena, solicitó una orden de busca y captura internacional tras la retirada de su inmunidad por la propia justicia europea, por el cual se solicita su ingreso en prisión por delitos de desobediencia y malversación de caudales públicos, un delito penado con hasta doce años de prisión.
Yolanda Díaz ha preferido guardarle pleitesía a un fugitivo aludiendo que el diálogo es un método para impulsar avances sociales y para caminar hacia un país plurinacional. La realidad es bien distinta, porque la Ley de Amnistía que exige Puigdemont es claramente inconstitucional debido a que no aparece en el ordenamiento jurídico español. Sus exigencias siempre han sido claras, amnistía y referéndum de autodeterminación. La amnistía debería venir de la mano de una Ley Orgánica que fuese aprobada por las Cortes Generales, puesto que la última Ley relacionada con la amnistía es la Ley 46/1977 de 18 de octubre, pero debemos tener en cuenta que fue aprobada un año antes que la Constitución. La carta Magna lo deja muy claro en el Art 62 i) Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales. Si la Constitución prohíbe al legislador conceder indultos generales, ¿qué grieta van a utilizar para poder evadir las leyes que la contemplan?
Mientras, la Asamblea Nacional Catalana, que es la organizadora de la Diada del 11 de septiembre, no quiere oír hablar de pacto alguno con Pedro Sánchez, conmina a Junts y ERC a bloquear la investidura, pues les reprime y espía. Ambos consideran que no es el camino correcto para lograr los intereses que les conciernen, como es resolver el conflicto catalán. La vereda hacia la investidura parece inescrutable. Sánchez necesita el sí de los siete diputados de JxCat para poder gobernar. Núñez Feijóo sigue buscando apoyos partiendo de la premisa que ya cuenta con el escaño de Coalición Canaria y el apoyo de los 33 de Vox que, tras una reunión que el líder del PP ha mantenido con Santiago Abascal, vuelve a respaldar su investidura ante los que pretenden subastar la Nación, según ha comunicado en una rueda de prensa celebrada en el Congreso de los Diputados.
La polémica está servida, las dos formaciones PP y PSOE mantienen una lucha para ver quien llega al poder. Feijóo de una manera más templada y Sánchez como el lobo que se quiere comer a las ovejas. Porque al presidente del Gobierno en funciones parece no importarle el precio que tendrá que pagar si llega a pactar con los enemigos de España. Ya sabemos cómo se las gasta, dijo que no dormiría tranquilo con ministros de Podemos en el Gobierno, y durmió. También que no permitiría que la gobernabilidad de España descansara en partidos independentistas y ahora está intentando pactar con ellos. Reclama que la visita de Díaz a Bruselas no les está representando, cuando seguramente veamos las mismas imágenes, pero con el de estrella principal.
Dónde ha quedado el sentido común, la integridad, el honor, el servicio a España y a los españoles. ¿Tan fuerte es la ambición de poder, que serias capaz de dejar a tu País en manos de aquellos que quieren destruirlo? No, Pedro Sánchez, usted juró cumplir fielmente con sus obligaciones, con lealtad al Rey y haciendo guardar la Constitución Española como norma fundamental del Estado. No todo vale para gobernar.
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