Y al ritmo de la canción del Dúo Dinámico, los concursantes entraban al plató de MasterChef Celebrity 8 en la Gala 4. Este pasado jueves hubo dos variantes significativas en el concurso: la prueba de exteriores sería evaluada de manera individual y no por equipo y que en la prueba de eliminación habría dos expulsados.Pienso que esas dos decisiones fueron adoptadas porque los avances en un cocinado pasable no se producen las cuales deban estar en este formato.
Por un lado, entre los concursantes encontramos a Jorge Sanz que cocina habitualmente. Pero cuatro cosas contadas, rara es la vez que le toca alguna de esas cuatro. Luego nos encontramos a Álvaro Muñoz Escassi, acostumbrado a comer bien y que cuenta con numerosos amigos que son buenos chef y que a su vez le permiten entrar y participar en sus cocinas. Su actitud es de inteligente, le gusta y encima aprende. Otro lo encontramos en Jorge Cadaval que es un cocinillas… pero de pucheros. Seguro que no se muere de inanición, pero se le resite eso de innovar.
La siguiente es Blanca que cocina en su casa y tiene mano. Además de irse soltando en todos los sentidos, ella va y se atreve a todo. El caso de Jesulín es que es la voluntad personificada. El tesón y el por mis “cohones” nunca faltan y se agradece, aunque los resultados no son los aceptables… algo que el diestro reconoce sin pudor. Otra es Tania Llasera, con algunas nociones. Se supone que, como tiene niños… es de las que cocina. Habrá que preguntarles a los peques, seguro que tendríamos el veredicto acertado, algo así como un “me gusta cuando como con la abuela…”. Continúa el misterio de su libro sobre cocina. Podría haber escrito sobre los grillos de cola de sable ¿No?
Parece que los demás participantes vinieron a este mundo a ser alimentados… salvo Toñi Moreno que pone sus cinco sentidos y no hay manera. De las manos de Toñi, sobre cocina, solo salió recopilar en un libro las recetas de su abuela, pero como anécdota u orgullo de nieta, practicar… la presentadora no practicó ni tan siquiera freír un huevo. Y pensar que quería dejar a Málaga en todo lo alto. El silencio nos beneficia tanto a tantos y tantas veces…
Llega la primera prueba: hay que hacer un brazo de gitano relleno de manzana y mascarpone, mermelada de cítricos adornado con lonchas finas de manzana a modo de flor…. Una cucada. Para ello, invitan al dicharachero Mario Vaquerizo, que corre y se abraza efusivamente a Eduardo Casanova. Se nota que ambos se admiran y son fans el uno del otro, tanto así que Mario le dice al actor y director que, si hubiera tenido un hijo, hubiese sido igual que él, que Eduardo. Me da que Mario, de tenerlo, solo se hubiese quedado con su vástago, no veo yo a Alaska “soportando” a dos Marios o dos Eduardos o un fifty/fifty de cada uno. Si es que, no lo veo ¡No lo veo!
El resultado en general de la prueba fue nefasto. El bizcocho crudo o correoso, al que no le faltaba relleno, le sobraba masa o el bizcocho estaba como corcho, que también puede ser otra opción.Para colmo, se formaron parejas para, mediante un juego entre cada pareja, el ganador poder elegir entre varios accesorios para elaborar el pastel. Los perdedores lo harían todo a mano. La ganadora fue Blanca que, aparte de riquísimo y bien ejecutado, estéticamente su postre era precioso. El de Tania tampoco tenía mala apariencia, pero era un “peaso” de brazo, al igual que el de Eduardo Casanova, como tres kilos de brazo cada uno. Con esas dimensiones le podían dar el postre a todo el pueblo de Villasotrillo del Toboso.
Y de ahí se fueron a la prueba de exteriores: Ceuta convencía a 80 comensales para degustar lo que Dios o Alá hubiese querido y los dioses no estaban por la labor de hacer milagros ese día. Dos de los jueces, Pepe y Jordi, se autoproclamaron capitanes de los respectivos equipos. Para que veáis como está la cosa de bien… Quisquillas con cosas, pescado Benzu con… cosas, morrillo de atún rojo… repetid conmigo, ¡CON COSAS! Y el postre, “mundo cítrico”, que se quedó en su mundo y los mortales ceutís no pudieron ni tan siquiera catarlo. Total, los 80 invitados se irían a comer cuscús al restaurante más cercano, pero su ciudad había salido en la tele y eso suele gustar mucho. Como el veredicto era individual, miembros de ambos equipos fueron a eliminación. La ganadora de los dineros a donar fue Laura, la actriz colombiana hiper/mega/super cuqui saltarina.
Por su parte, la última prueba fue muy disputada. Sinceramente, no sabría yo a quien no echar. Miguel, Blanca, Palito, Jorge Cadaval y Álvaro Muñoz Escassi fueron los nominados de la noche. Todos tenían que sacar de unas cajas opacas algo que sería el ingrediente principal de cada plato. Sorpresas de casquería: Miguel sacó un trozo de callos, Blanca una oreja de cerco, Palito hígado de pato, el Moranco molleja y el gran Escassi… ¡una manita de cerdo, lo único sabroso y comestible! And the elimination goes to: ¡Palito y Miguel! Miguel y Palito go home por méritos propios, desalojando bultos sospechosos y agilizando el programa que, repito, empieza con demasiados concursantes. ¡Hasta más ver, amigos minuteros!
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