No al terror, bajo ninguna bandera

Hay momentos en la vida en los que posicionarnos, porque no hacerlo, casi siempre indica tibieza, que no es más que cobardía. Desde que tengo uso de razón veo como israelíes y palestinos andan matándose entre ellos y ya son 74 años. Que es una guerra enquistada, lo sabemos todos, con una muy difícil solución, por supuesto. Hoy en día nada es fácil y las guerras son lo peor que definen al ser humano. 

He seguido el conflicto tratando de comprender y les aseguro que sigo sin hacerlo, porque oír territorios ocupados no suena nada bien. Sinceramente, creo que para comprender este conflicto es necesario conocer a fondo la historia del Reino de Israel y de su devenir a lo largo de los años, cosa que, sin duda, yo no he hecho; quizás porque me queda lejos y me preocupaba más mi propia historia. 

Por tanto, no me veo legitimada para hacer ningún análisis, debido a mi desconocimiento del conflicto, al igual que no me posiciono en defender o atacar a alguno de los países. No quiero unirme a los miles de usuarios de redes que estos días comentan o se ponen a defender a unos u otros. Hace tiempo que sabemos que lo que sucede en cualquier parte del planeta nos golpea con fuerza, tarde o temprano, es irremediable. Una vez aclarado esto, denuncio sin tibieza la barbarie de Hamás, una guerra es cruel por definición, pero masacrar a mujeres, hombres y niños a sangre fría como lo que hemos visto estos días, no tiene cabida en este mundo y a las bestias salvajes que ya tienen el colmillo con sangre hay que cazarlas y eliminarlas. 

En España, el gobierno en funciones se reúne con el brazo político de ETA, aquellos que ponían bombas que destrozaban bebés y le disparaban a embarazadas, como ven lo mismo que ha hecho Hamás. Y encima, parte de la sociedad española ve bien que se masacre a judíos, alentados por algunos partidos políticos que, vaya casualidad, ¡son siempre de izquierdas! Por tanto, el panorama es desalentador, ya que estamos sometidos a un chantaje continuo: si no me das lo que quiero, vuelvo a asesinar, sabiendo que el que los financió hace más de 40 lo volvería a hacer para sembrar de nuevo el terror. 

Así que, no hace falta irnos a Gaza para sentir el aliento en nuestras nucas, porque por desgracia lo tenemos muy reciente. Terrorismo autóctono e importado, el yihadismo cortesía de Pedro Sánchez que está dejando entrar a miles de ilegales sin importar su pasado terrorista. No sabemos qué han hecho en sus países, algunos andaban asesinando cristianos, masacrando pueblos enteros, violando a sus mujeres y niñas, vienen sin documentos porque las oenegés corruptas así se lo aconsejan, una invasión silenciosa y continúa. Para nada son refugiados, son soldados o lobos solitarios, asesinos despiadados, estamos hartos de escuchar “casos aislados” para ellos somos objetivos fáciles e indefensos  

El terrorismo no tiene justificación, absolutamente ninguna. En ningún país y bajo ninguna bandera. No estamos en este mundo para matarnos unos a otros, sino para tratar de convivir en paz respetándonos, parece ser que Israel y Palestina no son capaces, quizás algún día tengamos todas las piezas del puzle. Hoy por hoy, rezamos por los civiles asesinados, de uno u otro país, para que Dios los acoja en su gloria. 

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*