Muy buenas, queridos lectores. ¿Cómo están todos? Espero que bien, aunque con la situación actual, me pregunto si han logrado sortear los tractores en hora punta o si han tenido que realizar verdaderas acrobacias para esquivar los remolques. Porque, sinceramente, estamos atravesando lo que podríamos llamar la «época dorada» de la agricultura sobre ruedas en España. Los tractores parecen estar más presentes que nunca en nuestras vidas.
En los últimos días, he tenido la oportunidad de participar en un rally improvisado entre tractores, esquivando señales de tráfico y preguntándome si el próximo atasco sería causado por una carrera ciclista o por una manifestación de agricultores. Pero lo que realmente destaca es la creatividad de los mensajes que se pueden encontrar pintados en los remolques. Frases como «¡Pita tú también! 1 kg de naranjas a 0,12, 1 bolsa de plástico a 0,15 y estamos defendiendo tu cerveza» demuestran el ingenio y la determinación con la que estos trabajadores defienden sus derechos y sin perder el humor.
Incluso, hemos tenido la escena más tierna del año: profes sacando a sus niños para que aplaudan a estos héroes rurales defendiendo sus derechos. ¡Pero claro, detrás de toda esta comedia está la realidad! Estamos hablando de agricultores que sufren precios ridículos por sus productos, mientras los intermediarios, la burocracia y Hacienda se quedan con la mayor parte. ¡Es como si estuvieran cultivando oro y recibiendo monedas de chocolate a cambio!
El gasoil por las nubes, el agua que parece que se está volviendo más cara que el agua bendita en plena sequía, las semillas que te miran con ojos de diamantes, y el abono que casi parece que está hecho con polvo de estrellas. Y mientras tanto, pagamos un euro por un kg de patatas en el supermercado mientras que nuestros agricultores reciben diez céntimos. Y luego están esas políticas que te piden un carnet para comprar pesticidas a precios desorbitados mientras importamos productos que ni siquiera sabemos de dónde vienen ni qué demonios llevan dentro. ¡Todo sea por salvar el planeta, claro!
Pero, ¿quién en su sano juicio querría ser agricultor en estas condiciones? ¿Quién se quedaría a vivir en los pueblos viendo cómo se esfuman las oportunidades? Y luego nos preocupamos por la España vaciada… Pero, ¡eh!, no hay que preocuparse, que la comida no aparece por generación espontánea en los estantes del supermercado, ¿eh? Detrás de cada tomate hay una historia de lucha y sacrificio.
Así que, la próxima vez que vean un tractor cortando el tráfico, piensen en la persona que lo conduce. Porque detrás de ese volante hay alguien luchando por su derecho a vivir dignamente de la tierra. Y esa gente merece todo nuestro apoyo. Así que si alguno tiene un tractor en el garaje, ¡préstenmelo para la causa! ¡Vamos a cortar el tráfico y a sembrar conciencia! ¡Gracias y tengan una magnífica semana!
Autora de Siente y vive libre y de Toda la verdad, Técnico de organización en Elecnor Servicios y Proyectos, S.A.U. Fundadora y Directora de BioNeuroSalud, Especialista en Bioneuroemoción en el Enric Corbera Institute, Hipnosis clínica Reparadora Método Scharowsky, Psicosomática-Clínica con el Dr. Salomón Sellam
Olé olé y olé
Tú lo has dicho todo. Graciasssssss
Gracias a ti. Un abrazo