Otra nueva derrota cosechada por los rojillos. En esta ocasión, el Club Deportivo Mirandés la obtuvo en casa y ante el Real Sporting de Gijón. El resultado final fue de 1-3 dejando al equipo de Alessio Lisci tocado y casi hundido. El equipo comenzó perdiendo y fue capaz incluso de empatar el encuentro con un gol de Juan María. Sin embargo, los asturianos por medio de Nacho Méndez, por partida doble, y Mario González golearon a domicilio a los de Miranda de Ebro.
Tristemente, el Mirandés es un equipo que ahora no juega a nada. El entrenador de nuevo volvió a hacer los cambios tarde y mal. Algunos de los jugadores no respondieron en el terreno de juego como debían y tanto su poca intensidad como ambición le pasaron factura al conjunto entrenado por Lisci. Esto último, no es de extrañar, teniendo en cuenta las ruedas de prensa del italiano.
Hablando de ruedas de prensa, en la última Lisci aseguró que no temía por si puesto. Bajo mi punto de vista, su actitud es de una chulería mayúscula, sobre todo cuando el encuentro lo han perdido en casa por 1-3 y con mayor motivo si vemos que los de abajo se dedican a puntuar, como es el caso del Andorra o Amorebieta.
Además de otras lindezas como la de que “los que quieran bajarse del barco sin problema, nosotros seguiremos nuestro camino”, poco reseñable. Parece ser que la ruta a la que envía al Mirandés tiene como destino el descenso, según vamos observando con el transcurso de los partidos.
Creo que su actitud segura de sí misma de que no teme por su puesto, puede deberse a que sabe que si los rojillos lo despiden, el técnico tendría derecho a indemnización y que cobrar… cobraría seguro, destituyéndolo o provocando que el club bajase de categoría. Para mí, el míster rojillo debería estar desde hace unos cuantos encuentros fuera del equipo. No percibo que sienta ni los colores ni el escudo por el cual debe entregarlo todo.
Amigos, no se puede jugar sin ambición. El Mirandés se halla en la Segunda División y sin esta virtud… es como si no haces nada. En el club ha habido entrenadores entre malos y nefastos, pero que al menos demostraron tener sentimiento por los colores del escudo. Sin embargo, parece que a Lisci le da todo igual, parece que solo le preocupa cobrar su sueldo y ya está
En el próximo partido, el Mirandés se enfrentará a domicilio a otro equipo asturiano, aunque en esta ocasión será el Real Oviedo comandado por el ex internacional español Santi Cazorla. El encuentro se disputará el domingo en el Carlos Tartiere a partir de las 14:00h. Los carbayones se encuentran en plena lucha por el ascenso. De hecho, se encuentran a tres puntos del ascenso directo. Seguramente, muchos sean los aficionados rojillos quienes se desplacen para animar a los rojillos.
Be the first to comment