Pornografía auditiva, un cáncer social

La música ha sido siempre un gran medio de expresión humana en la que además provocamos emociones, sentimientos, con un efecto extra a través de la letra. Composiciones socialmente constructivas y otras lastimosamente destructivas con una realidad indefectible en donde lo prohibido vende. Todo un recorrido musical inculcado inconsciente de modo sencillo, desde las canciones de ronda con las que crecimos como “matarile ron” “con todos mis hijos menos el de atrás” hasta la música urbana con alto contenido erótico y sexual, bajo el disfraz de ser arte y de las cuales muchas veces por la vida ajetreada que llevamos, no nos detenemos a analizar el mensaje y el porqué del mismo, nos envolvemos en el bucle invisible que va guiando nuestra emoción y muy probablemente nuestras acciones.

La comunicación de los seres humanos a lo largo de la historia se ha venido presentando mediante diversas vías, el proceso de comunicación contiene elementos de los cuales regularmente no somos conscientes, emisiones, intenciones, canales, procesamiento de información, interferencias e interpretación, y ésta última es relevante cuando tenemos la necesidad de reflexionar sobre las circunstancias. Tomando en cuenta que está científicamente demostrado que la música tiene un mayor impacto en el cerebro que el visual, por mas de un factor agregado, el tema se torna mas serio de lo que se cree, incluso al punto de admitir que es mas peligroso que la comúnmente conocida como pornografía (descripción o representación de escenas de actividad sexual), y eso nos hace pensar de modo inmediato en el género reggaetón, que en su mayoría el contenido describe sin inhibición el acto sexual de un modo abierto, además que un indicativo del consumo masivo de dicho contenido son las reproducciones en spotify  que lideran las listas a nivel global que a partir del 2017 alcanzó un aumento de 110%  en comparación con los demás géneros musicales. 

La descripción del acto sexual mediante música es aun mas peligroso que la pornografía gráfica, ya que combinado con melodías impactan con mayor intensidad al cerebro y subconsciente, incluso de manera imperceptible,  captamos las frecuencias subsónicas (por debajo de los 20Hz) el oído no los percibe, pero el cuerpo y subconsciente si, por medio de la vibración, un modo de comunicación típico en los animales. En los experimentos realizados se comprueba que, si estos mecanismos imperceptibles se llegasen a usar con el objetivo de perturbar la mente humana, sería posible, solo con el hecho de que la persona se encuentre en desbalance emocional y sea influenciable. Y según la ciencia un adolescente, carece hasta cierto punto de capacidad para mantener dicho balance, cuanto más un infante.

Por lo tanto, no sería descabellado aceptar como necesidad el hecho de que la música lleve un tratamiento como tema de SALUD PÚBLICA, si bien es cierto que los padres de familia podemos cuidar en gran parte esta costumbre, los menores de edad no pueden andar por la vida con tapones para los oídos, este tipo de música se filtra por doquier, además de que últimamente el estado ha considerado prudente, incursionar en las decisiones privadas de las familias con la finalidad de “cuidarnos” y velar por los derechos, aquí expongo una nueva vía para que de buen agrado como siempre, pongan manos a la obra. Cambiar de una premiación pública por una restricción, o cuando menos una reprobación pública a grupos que hablan despectivamente de la mujer, que degradan el valor del ser humano en general mediante su letra, pornografía auditiva, al fin de cuentas. Si el objetivo es bajar la tasa de embarazos no deseados y por ello se promueve el aborto, ¿no sería conveniente actuar de modo preventivo en este tema?

Mediante la música se generan instintos e impulsos, diversos estudios han demostrado la influencia que ejerce la música en nuestra personalidad, produce los mismos efectos que una revista o video pornográfico, el cerebro hace aflorar la parte emocional motivado a lo que está escuchando, el objetivo de la música ha sido crear notas armónicas, pero con estos nuevos acordes generan una explosión de hormonas como la serotonina, oxitocina y dopamina, mismas que produce también directamente con una relación sexual pero que ahora están presentes en este y otro géneros musicales modernos. Alteran directamente la personalidad convirtiéndose además en una posible adicción, o necesidad gradual de aumento de estímulo aunado a la emocionalidad y a la gran apertura de creatividad e imaginación propios de esas edades. Sin embargo, no hay que olvidar lo sensible del asunto ya que en la etapa adolescente se está formando una identidad de sí mismo y del mundo, y sus constructos mentales forman parte de su medio ambiente. 

Inevitablemente todo ello se ira manifestando en acciones, derivando muy probablemente en una desvaloración en el trato y manejo inapropiado de su vida sexual, generando problemas sociales como aumento de riesgo en salud física, psicológica, tasa gestacional elevada, y de aumento de mortandad en mujeres por abortos, familias disfuncionales. La contaminación auditiva no solo genera alteraciones en el aparato auditivo, también actúa sobre los centros bulbares, vegetativos, centros corticales de asociación y de la voluntad. Está considerado entre los factores que predisponen a la fatiga mental  física y de inestabilidad personal, disminuye la capacidad de reacción y fomenta diversos trastornos de salud no relacionados con los efectos auditivos. Un país no puede progresar si continua por ese rumbo, es indefectiblemente un camino hacia la esclavitud. 

Es preciso tomar medidas preventivas, el desconocimiento no nos exime de la responsabilidad, las decisiones de este calibre son propias solo de personas y gobiernos capaces, justos y auténticos. El autosabotaje individual y colectivo pudiera erradicarse, tomando decisiones y las riendas de lo que queremos respirar, escuchar, ingerir, ver y sentir.

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