7 de junio del año 2005, un movimiento social cansado y en rebeldía contra la deriva independentista catalana llamado “Ciutadans de Catalunya” emergió. La consolidación de una reagrupación ideológica de diversos personajes ilustres de la sociedad catalana como: Albert Boadella, Arcadi Espada, Francesc de Carreras, Carlos Trías, Ferrán Toutain, Félix de Azúa, Xavier Pericay y un largo etcétera, fundaban y daban impulso a un proyecto ilusionante, novedoso y unificador, planteando una contraofensiva a tantos años de sectarismo nacionalista excluyente.
Posteriormente, el día 21 de ese mismo mes y en ese mismo año, presentaron en el Centro de Cultura Contemporánea un manifiesto por la creación de un nuevo partido político en Cataluña cuya base eran la firme oposición al nacionalismo catalán, contra el nacionalismo obligatorio fijado en los ámbitos educacionales, políticos y sociales mediante el poder pujolista perpetrado por la élite convergente de CIU.
Mediante un proceso de recogida de firmas y de expansión promocional efectuado por los ilustres y reconocidos personajes del ámbito cultural, universitario y social catalán mencionados anteriormente; tuvo lugar la presentación formal en Teatro Tívoli de Barcelona en un acto convocado el día 4 de marzo de 2006 un joven con gran oratoria llamado Albert Rivera intervino ante los micrófonos con una brillante oratoria impresionó a dichos organizadores con su gran verbo.
El proceso culminó con un congreso fundacional en Bellaterra los días 8 y 9 de julio de 2006 donde se eligió como presidente a aquel muchacho brillante, ese abogado desconocido llamado Albert Rivera como presidente y a Antonio Robles como secretario general, ambos al frente de un comité ejecutivo de 15 miembros. El nuevo partido decidió llamarse Ciudadanos – Ciutadans de Catalunya, tras dicho proceso constituyente Ciudadanos se centró en movilizar para las elecciones al parlamento catalán de ese mismo año a los abstencionistas y a muchos desengañados con las cinco formaciones hegemónicas del panorama político catalán (PSC, CIU, ERC, PP, ICV-IU). El objetivo de entrar en la cámara autonómica catalana se cumplió y C´s recibió la nada despreciable cifra de 89.840 votos y tres diputados autonómicos en el parlamento catalán, lo cual en un movimiento político tan nuevo es sin duda un éxito.
El partido rehuía de cualquier pacto posible tanto con un tripartito donde formaba parte nada más y nada menos que Carod Rovira (PSC + ERC + ICV-IU) como a un nacionalismo convergente representado por el joven Artur Más, el cual reflejaba la herencia del Pujolismo rancio y elitista de la extinta CIU. Posteriormente, se presentaron en diversas elecciones municipales y autonómicas andaluzas sin éxito, también la malograda coalición con LIBERTAS encabezada por el expresidente de la ONCE Miguel Durán, las mencionadas convocatorias fueron un fiasco, a pesar de aquello en las elecciones catalanas de 2009 se consigue representación con tres diputados repitiendo resultado con Albert Rivera al frente.
Llegó el boom y en las elecciones catalanas de 2012, se doblo la empresa, C´s obtuvo 6 diputados, ya se empezaba a mover, a captar a gente y a tener evidentes problemas y boicoteos de grupúsculos violentos del independentismo catalán.
Llegó el 2014 y bajo el liderazgo del inconmensurable Javier Nart se entró en el Parlamento Europeo contra todo pronóstico con dos europarlamentarios. Luego vinieron los Juan Marín en Andalucía, los Xavier Pericay en Baleares, los Ignacio Aguado en Madrid, Carolina Punset en la Comunidad Valenciana, el proyecto estaba en un gran estallido y alcanzó su cenit a nivel nacional en las autonómicas y municipales del año siguiente 2015. A parte de numerosos concejales.
Se pactaron gobiernos de distintos signos; con Susana Díaz un gobierno en Andalucía y con el PP en La Rioja, Castilla y León Madrid, Murcia. Llegaron las generales del año 2016, el partido alcanzó 40 escaños, era ya un fenómeno imparable novedoso azote al tradicional bipartidismo del PSOE Y el PP junto con Podemos. Entonces se firmó un acuerdo programático con el PSOE de Sánchez para cogobernar España, pero el veto de Podemos lo tumbó, así que un año después se volvió a elecciones reduciendo su representación a 32 escaños.
Después llego el clímax. Año 2017, victoria en las elecciones de Cataluña de la mano de Inés Arrimadas, la cual no fue suficiente para gobernar porque los independentistas sumaban mayoría absoluta. Este hecho llego a ser histórico, pero en vano ya que se debería de haber intentado por lo menos a efectos de imagen formalizar una imagen ganadora, sobre todo después de obtener 37 escaños y nada más y nada menos que 1.109.732 votos.
Y vinieron las generales de abril del año 2019. Albert Rivera estuvo en los debates brillante no, lo siguiente. Se dio el gran salto y C´s sacó 57 escaños quedándose a 9 solamente de los 66 del PP de Casado, no hubo el ansiado sorpasso en el centro derecha, aunque estuvo cerca. Un mes después, se repitió ese mismo gran resultado en municipales y autonómicas alcanzando su punto más alto en toda su historia.
A partir de aquí surgen las especulaciones. ¿Qué paso? ¿Qué debería de haber hecho C´s? ¿Se debería de haber hecho más por pactar con Sánchez y no provocar una nueva convocatoria electoral? Ese Sánchez que pactaba con la banda (Bildu, Compromís, ERC, etc.) que decía Albert, sin olvidar que Sánchez se sirvió de dicha mayoría para sacar adelante su moción de censura del año 2018 para derribar a Mariano Rajoy. ¿El mismo Sánchez al que le gritaban con Rivera no sus militantes tras las elecciones del 19? El debate está abierto y sigue muy abierto, cruce de declaraciones, especulaciones varias y al final nada…repetición y todos a votar.
Y vino la caída, la debacle, día fatídico en la fecha del 10 de noviembre del año 2019, hace apenas año y medio los cuales parecen una década. C´s un proyecto político emergente hasta la fecha ve reducida su representación a 10 diputados y a la pérdida de 4 millones electores en apenas 7 meses. La tragedia se consumaba y Albert, ese mismo día, dimitía en vivo y en directo (gesto que le honró)
Y llegó Inés, en unas primarias se impuso a un poco conocido Igea con el fin de intentar reflotar un proyecto que había sufrido un durísimo revés. Vino la pandemia, el estado de alarma, acercamientos a Sánchez, pero se abandonó el origen, se abandonó Cataluña, la razón de ser de este proyecto. Vaivenes varios. Una campaña desastrosa en Cataluña donde se perdieron nada más y nada menos que casi 800.000 votos y 21 diputados, y luego movimientos nefastos como los de Murcia y Madrid condujeron al partido al centro de la nada, a la irrelevancia política y a la marginalidad extraparlamentaria (véase el caso de Madrid), con una espantada de activos históricos del partido como Villegas, Girauta y a la postre del brillante Toni Cantó entre otros. Sin autocrítica, con aduladores dañinos, con cero críticas internas, en una caída digna de estudio en la historia de la ciencia política no solo española sino europea. Recordemos que cuando emergió Macron se le llamaba “el Rivera francés”, ahora vemos donde está uno y donde está el otro hoy por hoy.
Ciudadanos es a día de hoy un proyecto político zombi, moribundo, de capa no caída sino caidísima, solamente puede ser salvado si sucede la carambola de que se repitan las elecciones en Cataluña por el no pacto independentista de los infames JUNTS y ERC. Si eso sucediera y se repitieran las elecciones, Arrimadas debería por imperativo moral presentarse a candidata de la Generalitat e intentar salvar a C´s de ser extraparlamentario allí, lo cual hoy por hoy es más que probable y evidentemente sería el fin definitivo y su posterior desintegración como partido. Rearmarse en casa es el único cometido al que se debe C´s (solos o en coalición con otras fuerzas de centro derecha, porque es lo que es C´s centro derecha, más moderno que el PP, con un lavado de cara e imagen, pero eso: centro-derecha), es el último servicio que pueden darle a la sociedad catalana y española, apelamos a la responsabilidad de su cúpula, aunque quizás sea pedirles demasiado a estas alturas. Porque como exmilitante me reafirmo en el título de este humilde artículo. “Ciudadanos: tan cerca, tan lejos”, estuvimos cerca, pero terminamos lejos, y a la postre fallamos…
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