Todos tenemos nuestra propia revolución y antes o después la ponemos en marcha. No podemos librarnos de ella y su repercusión dependerá del grado de influencia que tengamos sobre otras personas y nuestro entorno. Esto debería pensar aquel joven profesor, llamado Pablo Iglesias Turrión, nacido en Madrid y Licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas impartiendo clases en La Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM hasta el 2014, donde dio el salto a la política.
Antes, en el 2010, dirigió un programa de tertulia política llamado La Tuerka. Pero todo desemboca el día 15 de mayo del 2011 en un movimiento social, también llamado “Movimiento de indignados”. Es difícil analizar y definir una causa concreta que motivara este movimiento social, ya que son varias; La crisis económica del 2008, la corrupción política, la burbuja inmobiliaria, la crisis bancaria y el aumento del desempleo. Coincidió con el final del Gobierno de Zapatero 2008-2011 y el inicio del Gobierno de Rajoy 2011-2018, donde se tuvieron que tomar decisiones drásticas que afectaron a las clases medias y trabajadoras, pymes y autónomos, poniendo en marcha una Reforma Laboral que altero fundamentalmente los derechos consolidados de los trabajadores con la intención de estimular la contratación.
Pues en este complicado escenario, aparece el Sr. Iglesias con su idealismo a liderar este movimiento social con acampadas urbanas, protestas a lo largo y ancho del país y, a partir de junio, se convierten estas en asambleas públicas. Después ya todos conocemos la Historia, pero nos preguntamos; ¿Qué ha podido pasar en 10 años, para llegar a este nivel de confrontación política y social? Las guerras internas en el PSOE por liderar el partido, las presiones en el PP por la corrupción del caso Gürtel y los movimientos estratégicos de los partidos Independentistas y las presiones de Podemos y sus confluencias de claras definiciones Comunistas y Anticapitalistas, coinciden en la Moción de Censura presentada por el Sr. Sánchez y aprobada el día 1 de junio 2018, que provocó la caída del Gobierno de Mariano Rajoy.
De la noche a la mañana, España presenta un Gobierno liderado por el PSOE. Uno de los pilares maestros de esta ecuación ha sido el acuerdo sellado entre el PSOE y ERC para crear una mesa de diálogo sobre el mal llamado conflicto secesionista catalán. Logran los 167 votos favorables, sumando a los 120 del PSOE, los 35 de Podemos, 6 del PNV, 2 de Mas País, 1 de Compromís, 1 de Nueva Canarias, 1 de Teruel Existe, 1 del BNG. Con la abstención de ERC se despeja el camino del Sr. Sánchez. Pero que ocurrió a continuación: El Sr. Sánchez, convoca elecciones Generales para el 28 de abril del 2019 en plena Semana Santa, apenas 8 meses y medio de su llegada a través de La Moción de Censura y el Sr. Iglesias moviliza toda su influencia .
La campaña electoral se inicia el 13 de Abril y todo hace suponer que el Sr. Sánchez necesitará a sus aliados en la Moción de Censura, pero una y otra vez en plenas entrevistas en todos los medios de comunicación y en los debates televisados asegura una y otra vez que no pactará con la Izquierda radical ni con independentistas ni los representantes de Bildu. Todos hemos visto perplejos y asombrados como escenifica su “abrazo” con el Sr. Iglesias y lo “coloca” como Vicepresidente en el nuevo Gobierno.
Aquí comienza el principio del fin del Sr. Sánchez. Acaba de defraudar a sus votantes y simpatizantes del PSOE que asisten perplejos a la composición del nuevo Gobierno donde también necesita el apoyo de sus socios de la Moción de Censura. La nefasta gestión de la Pandemia, las consecuencias económicas y las malas expectativas del mercado laboral, ocasionan un profundo deterioro de la imagen del Gobierno de Sánchez, además de los constantes enfrentamientos en el Parlamento con la Oposición. Los errores cometidos en el planteamiento de las Mociones de Censura de Murcia y en Castilla León ocasionaron el reciente adelanto electoral en la Comunidad de Madrid, que ante su resultado, ha puesto de manifiesto el deterioro y la pérdida de confianza del electorado de la Comunidad de la capital de España dando a la Derecha (PP+Vox) una mayoría más que suficiente para gobernar sin los apoyos de la Izquierda.
Esta elecciones de Madrid, suponen el fin de esta etapa de confrontación , llevada a los extremos por el Sr. Iglesias, que abandonando la Vicepresidencia del Gobierno se presenta para liderar una Izquierda radical y cargada de argumentos ensoñados y guerra-civilistas. Como resultado, el Sr. Iglesias anuncia su retirada definitiva de la política, Ciudadanos desaparece del espacio político de la Comunidad de Madrid y el PSOE pasa de ser el más votado a la tercera fuerza, siendo absorbida por Mas Madrid. La reacción de antiguos militantes del PSOE criticando la gestión del Sr. Sánchez y el pacto con sus socios más los sondeos que anuncian una repercusión de “efecto Ayuso” en el resto de España, ocasionan ya tensiones internas en el Gobierno y actuales socios y los Barones Socialistas, que exigen una reflexión interna y toma de medidas urgentes.
Pues, como conclusión el 15-M ya tiene caducidad y al Gobierno del actual PSOE, le queda poco para caducar. Y todo comenzó con un abrazo. Todo es efímero en Política y más cuando su objetivo no es el servicio al ciudadano sino la prepotencia y alimentación del Ego.
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