El ultimo circo vivido en la liga española tiene tres protagonistas. El primero es el delantero Raúl de Tomás. El segundo el RCD Espanyol y el tercero en discordia el equipo madrileño del Rayo Vallecano. El jugador entró en una situación complicada tras comunicar al conjunto perico que deseaba abandonar el club. Desde entonces, las diferentes acciones realizadas por el jugador fueron auténticamente una forma de forzar su salida. El club catalán, como es lógico, manifestaba claramente que no daría facilidad a un jugador con varios años de contrato en vigor.
Durante el mercado de fichajes, según cuenta el conjunto perico, no recibió ninguna oferta firme por el jugador hasta el último día de mercado. En ese instante fue cuando entró en escena el Rayo Vallecano. Ahí sería cuando se iniciaría el verdadero circo. El jugador, por un lado, forzando la situación, los pericos, por otro, dejando la misma idea. El jugador tenía contrato en vigor con la entidad y se apoyaba en la cláusula de rescisión para dejar salir al jugador y el tercero en discordia sería el Rayo quien se mostraría a la espera de lo que aconteciera entre ambos.
Se cerró el mercado sin ningún punto en común. Así que Raúl de Tomas seguía siendo jugador perico, pero siguió hinchando más el globo que estalló, justo cuando el club, ya harto de la situación, accedió a la venta, donde recibirán 8 millones mas otros 3 en viables . Además de eso, conseguirían librarse de una gran masa salarial. Fue justo en ese momento cuando el jugador empezó a negociar con el conjunto de Vallecas, llegando a un acuerdo con el conjunto de Andoni Iraola hasta el año 2027. Después de completarse la operación, el club catalán y el jugador entraron en una disputa vía redes sociales. El jugador parecía olvidarse de que ni un club da nada por un jugador ni un jugador da nada más que su trabajo, que para eso le pagan. El beneficio mutuo impera en ambas partes.
Ningún jugador es mejor gracias a un club como ningún club es más grande gracias a un jugador, es un acuerdo mutuo, uno sale beneficiado por el rendimiento del jugador y el propio jugador sale beneficiado cada mes con el sueldo que el club y el mismo pactaron en su contrato. Finalmente, Raúl de Tomás no podrá ser inscripto hasta el 1 de enero del año 2023. Así que encima de no poder jugar, pone en peligro su presencia en el Mundial que se celebrará este invierno en Qatar.
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