La ‘nueva maternidad’ de Ana Obregón

Hoy nos hemos despertado con una noticia de salseo que está dando que hablar. La actriz y presentadora de TV, Ana Obregón, ha sido madre a los 68 años mediante gestación subrogada. La niña, que nació el día 20 de este mes, llevará como nombre Ana. Tras este acontecimiento, son muchas las personas que se están manifestando y que lo seguirán haciendo con el transcurso de los días por redes sociales. Unos mostrándose a favor y otros en contra, como es lógico. Ahora es cuando, desde este rinconcito llamado Minuto Cotilla, voy a daros mi opinión al respecto sobre tema tan controvertido.

Como bien digo en el primer párrafo, Ana Obregón es una mujer de 68 años, cumplidos, por cierto, hace poco más de una semana. Para ser exactos, el 18 de marzo. La madrileña, como todo el mundo sabemos, lleva una travesía por la tristeza tan larga como pesada tras fallecer su hijo Álex Lecquio por cáncer, el 13 de mayo de 2020, con tan solo 27 años.  Una pérdida tan importante produce que aquí, servidor, empatice con esta mujer. Por ese motivo, intentaré dar mi punto de vista tirando de tacto al mismo tiempo que me muestro coherente con lo que pienso. ¿Estoy a favor o en contra de la ‘nueva’ maternidad de Ana Obregón? Sin lugar a duda, en contra y, a continuación, expondré los tres principales argumentos del porqué de mi posición.

El principal motivo se debe al factor empatía, pero no con Ana Obregón, sino con su nueva hija, Ana. Cuando la que hoy es bebé, mañana sea una joven adolescente, su madre, en caso de seguir viviendo, rondará aproximadamente los 88 años, un hecho que, bajo mi punto de vista, resulta antinatural. Pienso que para todo hay una edad y que ella está tirando de puro egoísmo debido a que no mira por su propia hija, al menos en relación con el cariño y el afecto que a medio-largo plazo le van a faltar, aunque, económicamente hablando, ‘Antoñita la fantástica’, le deje a la pequeña Ana la vida resuelta.

Seguramente, tras este motivo, muchos afirmen que otras personas en la adolescencia, por diferentes causas, han llegado a crecer sin progenitores y que, de eso uno, con el paso de los años, puede reponerse. A ellos les diré que no es lo mismo que un padre o madre o ambos fallezcan por causas fatales como enfermedades, accidentes laborales o de tráfico que a consecuencia de que “tengas un hijo” cuando estás cerca de los 70 años. La ausencia de todo tipo de figura paternal/maternal, en este caso y aunque suene mal, es una crónica de una muerte anunciada debido a que la Obregón, con el fin de saciar sus carencias emocionales, va a acarrear que la pequeña Ana se acabe haciendo mayor de edad u otro tipo de acontecimientos con la ausencia de la figura de su madre y, aunque no sea psicólogo, creo que algo así puede acabar marcándola.

El segundo motivo por el cual no estoy a favor de la ‘nueva maternidad’ de Ana Obregón tiene que ver con el hecho de que la pequeña no tenga una figura paterna. Como todos sabemos, Ana Obregón, en la actualidad, es una mujer que se encuentra sin pareja y yo soy de los que consideran que es indispensable que existan tanto la figura de la madre como la del padre entorno al niño. Creo que cuando una de éstas falta, las opciones de que el niño acabe siendo rebelde están a la orden del día. Que conste que, a pesar de que sea ferviente defensor de la familia tradicional, no soy contrario a que existan otras al más puro estilo monoparentales o que dos personas del mismo sexo sean padres. Pero, puestos a elegir, prefiero que un hijo crezca y se desarrolle junto a un padre y una madre. La biología es sabia y si ésta nos permite tener hijos a los hombres con las mujeres, por algo será. Pero repito, aunque prefiera más un tipo de familias no me muestro reacio a que existan otras.

Y el tercer y último motivo por el cual me posiciono en contra de esta maternidad tiene que ver con el show que sin querer la madrileña nos está dando. En imágenes ha aparecido la actriz y presentadora sentada en una silla de ruedas como si ella lo hubiese dado a luz y, sin embargo, la realidad apunta a que salió del vientre de otra mujer por lo que, ¿a qué se debe esa imagen tan heavy? Comprendo que, en ocasiones, una persona para tapar una carencia afectiva tire por intentar taparla con lo primero que se le venga a la cabeza, pero eso jamás será la solución. Me recuerda al símil de cuando una persona es dejada por otra y esta busca tapar ese vacío con el primer sujeto que le revolotea. Puede servir como solución temporal, pero, a la larga, flaco favor se acaba haciendo uno.

Entiendo que Ana Obregón siente una gran ausencia –cosa comprensible- tras el fallecimiento de su hijo Álex. Para mí, la solución ideal, con respecto a esto, hubiera sido adoptar un hijo adolescente, en vez de tirar de la gestación subrogada… y que conste que yo aplaudo este tipo de método, ya que sirve para que muchas parejas que no tienen la posibilidad de tener hijos puedan formar su propia familia. La crítica, como habéis podido observar intento hacerla desde el respeto y de manera constructiva. Ser contrario a un asunto no debe ser sinónimo de ir directo a la yugular. Por eso quiero terminar mi opinión desenado lo siguiente a Ana Obregón: Ana, aunque sea contrario a tu postura, deseo que seas feliz y hagas feliz a esa pequeña minitú que tienes como hija. Te lo mereces.

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