El pueblo español está cansado de la situación política actual. El Gobierno en funciones de Sánchez ha creado un ambiente de crispación entre los españoles de bien, a causa de sus inquietantes y deshonrosos pactos con los enemigos de la nación.
El entendimiento entre el grupo socialista y el prófugo de la justicia Carlos Puigdemont parece cada vez más fructífero. Tras la consulta telemática a los militantes del partido durante el pasado fin de semana, el expresidente catalán ha convocado a una parte de la cúpula de Junts para cerrar las negociaciones con el PSOE. Dependen de que sus asesores jurídicos den luz verde para para atar todos los cabos y firmar dicho acuerdo, aunque son solos unos pequeños flecos porque el pacto está prácticamente cerrado. Las prisas por amnistía de sus socios golpistas y corruptos generan conflictos, pero son mayores aun cuando el juez de la Audiencia Nacional imputa a Puigdemont y Rovira por terrorismo en el caso ‘Tsunami Democràtic’.
Pedro Sánchez pretende cumplir con la investidura esta misma semana, pero los votos de ERC y Junts siguen siendo la clave. La oposición recurrirá al Tribunal Constitucional en cuanto el presidente en funciones notifique oficialmente su consenso con los independentistas catalanes. Mientras acontecen estas circunstancias y negociaciones faltas de ética y moral, son cuantiosas las concentraciones que se están produciendo por todo el territorio español. En ciudades como Madrid, Salamanca, Badajoz, Zaragoza… han recibido a miles de ciudadanos dispuestos a hacer frente a las políticas woke a gritos de ¡Puigdemont a prisión! Y ¡España no se vende!
Por fin España se levanta de su letargo y reclama en las calles la tiranía de este gobierno que quiere seguir alimentando su poder otorgando el perdón a terroristas y condonando la deuda a Cataluña. Incluso pasando ciertos límites que no se había conocido en este país mandando a los Agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) para cortar las calles de acceso a la sede socialista en Ferraz y, lo nunca visto, el lanzamiento de gases lacrimógenos a los manifestantes pacíficos. Recordemos que el Artículo 21 de nuestra Constitución nos otorga el “derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa”.
Los palmeros de Sánchez están nerviosos y critican de forma unánime que los ciudadanos se concentren delante de sus sedes por toda España y lo denuncian como “una campaña absolutamente brutal”, tal y como declaro el portavoz del Partido socialista, Patxi López. Salvador Ila también se ha manifestado al respecto como “un acoso a nuestras sedes inadmisible y defenderemos nuestras convicciones con más fuerzas”. El PSOE, ya ha perdido el norte y están quedando retratados como el partido del engaño, la mentira y la corrupción. Muchos militantes están causando baja porque defender el Sanchismo, significa alimentar el ansia de poder de los que quieren acabar con la unidad de esta gran nación que es España.
Ha quedado patente que los españoles no se rinden y que seguiremos saliendo a las calles para derrocar a este gobierno traidor, porque España es grande, única y maravillosa y si no nos rendimos, conseguiremos que el viento en cualquier momento pueda cambiar de rumbo, porque la supervivencia de este país consiste en no rendirse nunca.
Mientras los políticos no apoyen a la calle no cambiarà nada