Divide y vencerás. Una de las máximas del libro “El Arte de la Guerra”. Decía Arturo Pérez-Reverte en una entrevista en El Hormiguero (para visualizar una y otra vez) que dudaba de que Pedro Sánchez hubiese leído un libro en su vida, pero que por sus venas corría la sangre de Maquiavelo, entre otros. Se le olvidó nombrar al miembro de la Real Academia al escritor Sun Tzu, quien muchos años antes de Cristo ya se cuestionaba que, para ganar una batalla, no era necesario ser el más fuerte.
Ya se ha comentado más de una vez en estas líneas que en la sociedad actual, a una se le obliga continuamente a elegir: ciencias o letras, papá o mamá, campo o playa… y, ahí está el problema, en base a esa decisión, te encasillan en uno u otro bando. Que crees en Dios, de derechas. Que encima vas a misa, facha. Que estudias ciencias y piensas que toda la creación tiene un orden lógico, de izquierdas. Y si te quieres casar, por lo civil, aunque le des un disgusto a tu abuela. Y el deporte. El deporte, esa medicina que cura todos los males de este país, sobre todo si viene reforzada con una buena cerveza en una buena terraza. El deporte pone como una moto al país: los números del paro no son tan malos, el precio del carburante ha subido, pero no tanto… vamos, que la locomotora de Europa ya no es germana, tiene piel de toro.
Pero claro, aparece de repente, de repente entre comillas, un tal Topuria, de nombre Ilia, con una barba perfectamente arreglada que dice que quiere ser campeón de la UFC y que el que se ponga por delante, se lo come. ¿Pero quién es éste? ¿Eso de la UFC no es la salvajada esa en la que se dan guantazos dentro de una jaula? ¡Menudo mamporrero! Que ¿cómo se llama? ¿To qué? Nada, este no es del rebaño. ¡Ah! Encima sale con dos banderas, una de no sé dónde y la otra la española. Nada, ya está. Fascista. Y de los gordos.
Y resulta que va Topuria, se planta en Estados Unidos, la Meca del capitalismo, a vivir su particular sueño americano, y gana. Vamos, que se trae el cinturón para España. Y le recibe Almeida. Y le recibe Ayuso. Y Dana White, el mandamás de la UFC dice que una pelea en España le parece bien. ¿Y Pedro? Pedro Sánchez no sabe hacia donde tirar. Su mente solo piensa que si eres de los de la rosa no puedes practicar esos deportes y ni mucho menos, animar a alguien que sale a luchar con una bandera española en el cuello.
En algún momento, algún Pepito Grillo le debió de susurrar al todopoderoso socialista que el señor Topuria había logrado algo que no había conseguido ningún español en dicho deporte. Que guste o no guste al electorado progre, seguro que los gimnasios tienen más de un votante de izquierdas practicando las artes marciales mixtas y estarán encantados de la victoria del hispanogeorgiano y de poder verlo en directo. Y señor Sánchez, dígales a sus palmeros, que las MMA son un deporte duro, agresivo, pero con unas normas, y no deben de insultar a quienes las practican. Que mamporros a diestro y siniestro también los dan los trajeados que ejercían de personal de confianza en su partido.
La cuestión es que el Presidente del Gobierno claudicó y no le quedó más remedio que recibir al flamante campeón, no se sabe si por no quedar mal delante del mundo deportivo español o por no ser menos que Almeida y Ayuso. Eso sí, al Alcalde y a la Presidenta, guantillas, fotos con el cinturón y el deseo de que la Ultimate Figthing Championship aterrice en la capital española. Al Presidente del Gobierno, sonrisas, corrección, pero el cinturón es mío. No lo aceptas cuando gano, no te lo pongas para la foto.
Por mucho que algunos se empeñen en dividir, y cierto es que lo consiguen casi siempre, hay veces en las que la jugada, en este caso la pelea, no les sale como ellos quisiera. Ójala el guantazo, figurado, que se llevó Pedro Sánchez, no sea el único que tenga que recibir esta legislatura. Que el líder socialista es buen fajador, ya se sabe. Que Sun Tzu, Maquiavelo y compañía corren por sus venas, también. Pero que los topuriazos, koldazos, amnistiazos… van dejándole si aire, es un hecho. Lo único que queda por saber es si aguantará todo el combate o el KO llegará antes del final de la cuenta. Mientras tanto, disfruten del espectáculo.
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